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MONUMENTOS

Convento de Sant Jacint

Las monjas de clausura guardan con recelo los secretos  de este edificio clerical que en tiempos de la Guerra Civil se convirtió en asilo de  refugiados republicanos. Este convento dominico es originario del siglo XVI  y fue edificado a instancias de un matrimonio local, que está representado en el cuadro de arriba del retablo del Altar Mayor. En la capilla de la Madre de Dios del Rosario hay pinturas atribuidas a Josep Renau, padre del conocido cartelista.  La iglesia es la única zona visitable.

Iglesia de Sant Bertomeu

Iglesia de Sant Bertomeu

Iglesia de Sant Bertomeu

Sobria y discreta en su aspecto exterior, el interior en cambio, el barroco valenciano de estilo churrigueresco invade el Altar Mayor. El retablo del «Altar de las Almas» , que representa el juicio final, está atribuido a la escuela de Juanes. El templo, inicialmente de etilo renacentista en el siglo  XVII-XVIII  adquirió el actual aspecto barroco. En la otra también encontramos el escudo municipal, y en él una aguja. Una herramienta que se creía daba el nombre a la localidad, y que simboliza la artesanía de esparto que se hacía en esta población.

Molino Harinero

Más de cuatro siglos se mantuvo en activo este edificio que aprovechava el agua de la Font Jordana para convertirla en energía y moler el trigo y el maíz. Desde el siglo  XV hasta  la década  de los 80 del siglo XX, el Molino Harinero hacia su función originaria. Hoy en día es un restaurante y alojamiento rural, y en la planta baja tiene un museo visitable donde se mantiene parte de la maquinaria original del molino.

 Ermita Sant Vicent Ferrer

 

Ermita de Sant Vicent Ferrer

Ermita de Sant Vicent Ferrer. Vicente Ferrero.

Desde la Font Jordana,  una subida de cipreses llega hasta este santuario, situado al pie de la sierra de Agullent, y donde cada primer viernes de septiembre cientos de personas suben en romeria nocturna. Edificada en el siglo XVIII, la ermita tiene a su lado una casa de ejercicios, un albergue y un espacio de restauración casera.

La advocación a San Vicent Ferrer, tan común en el teritorio valenciano, adquiere en Agullent un significado especial, pues no sólo visitó estas tierras en vida, sino que en 1600 fue el encargado de liberar a los vecinos de la peste, según narra la tradición local.

Fornet de la Neu

Fornet de la Neu

Fornet de la Neu

Pozo de pequeñas dimensiones, recientemente restaurado y visitable, es el testimonio de una actividad económica ya extinguida: el comercio de la nieve. Rematado con una bóveda, está catalogado  como una de las 137 cavas censadas  en el sector Bético Meridional. Su actividad era estrictamente local, sin intervenir en el mercadeo a gran escala. Según el cronista oficial de Agullent, el horno ya estaba construido  a finales del siglo XVI, pues  la documentación municipal  recoge la solicitud  de Ontinyent a Agullent de nieve, como  remedio terapéutico para la epidemia de peste que estaban sufriendo.